domingo, 1 de febrero de 2015

Teoría del tobogán. LA LITERATURA

          En un programa radiofónico de finales de los años 80, Bernardo Atxaga respondía a la cuestión de la escasez de lectores españoles. Pensaba el autor que todo sería diferente si el camino del lector al encuentro del libro no estuviera tan plagado de dificultades, si fuera, decía, como un tobogán. Porque, si bien es verdad que hemos integrado a nuestra sociedad en una amplia gama de facilidades tecnológicas y de hábitos que nos hacen la vida más fácil, lo cierto es que el acceso a la cultura sigue siendo, en general, un esforzado ejercicio. Una difícil cuesta arriba, y no precisamente un tobogán... Aunque, por suerte, hay excepciones. 

           Libros y lectores están hechos para encontrarse. Lo que hace falta es que tengan oportunidades y motivaciones para ello. O toboganes. 

        Si tales palabras las pronunciaba a finales de los años 80, imaginad cómo ha evolucionado la sociedad en el cambio de siglo y la vertiginosa progresión de la vida fácil tecnológica a la que se refiere. De todas formas, nada es incompatible. Nosotros tenemos que enseñar y fomentar el gusto hacia lo escrito, es decir, abrir una ventana de descubrimiento cultural. Una ventana que nos abstrae del mundo real y ayuda a que nuestra cabeza sea capaz de entregarse a la comprensión de otras vidas ajenas que se convierten en cercanas a medida que las páginas van pasando. 

        Desde la cuna -y en los posteriores juegos infantiles- se produce el primer encuentro del niño con la palabra mediante nanas, canciones, trabalenguas, acertijos y disparates. Son manifestaciones todas ellas de literatura oral, que suelen tener como denominador común la rima, el ritmo, la sonoridad y la musicalidad. Palabras-estímulo, resortes de la risa y de la acción, palabras mágicas, en general sin sentido que, sin embargo, constituyen el primer paso del niño para acceder al pensamiento, para adueñarse del mundo, mediante una interacción estimulante con los adultos y con otros niños. 

          Reforzaremos y aprenderemos en este cuatrimestre literario:

- ¿Cuáles son los géneros literarios y qué características tienen cada uno de ellos? 

- ¿Qué implican y cómo concebimos los subgéneros literarios? 

- ¿Qué son las tipologías textuales? 

- ¿Conocemos obras y autores? ¿Podremos ampliar el aprendizaje gracias a recomendaciones literarias que nos hagan en nuestra comunidad educativa? 

- ¿Cómo es posible tratar el tebeo, el cómic, las leyendas o las marionetas en una clase de literatura infantil y juvenil? 

- ¿Y la poesía? ¿No está presente desde que nacemos como dije anteriormente? 

- ¿Qué espacio ocupa una biblioteca en nuestra vida desde pequeños? ¿Qué podemos plantear en una biblioteca? ¿Usos y beneficios? 

            Trataremos la literatura universal tan conocida, pero me interesa mucho que tengáis materiales sobre la literatura española e incluso cuentos extremeños. Sabéis que introduzco cada tema con una cita: los hermanos Grimm, Rodari, Propp, Defoe, Juan Rulfo, Antonio Machado, Samaniego o Jardiel Poncela pueden orientarnos sobre qué vamos a hacer a partir de mañana. ¡Vamos a disfrutar de la literatura! 

Finalizo esta introducción diciendo que llevaremos a cabo un taller de recomendaciones literarias: Reseñas. El objetivo principal es que veáis que la literatura está cerca de todos y al alcance de todos. Por lo tanto, crearemos una antología de recomendaciones literarias con la ayuda de la Comunidad Educativa del Centro Universitario Santa Ana. Además de ello, os habéis enterado de lo mucho que me gustan las artes escénicas y ya se me habrá ocurrido algo para que tratemos innovaciones en un aula de Educación Infantil y Educación Primaria. 

                                        Y fueron perdices y comieron felices.


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