domingo, 22 de marzo de 2015

Oficina de Redacción Literaria Disparatada



Había una vez un niño llamado Adrián. Él era muy guapo, simpático y activo y no le gustaba nada la soledad ni la tristeza.

Adrián estaba en su habitación viendo un libro de animales, ya que era su tema preferido. De un momento a otro, entró su amigo en la habitación y le entregó un regalo. Adrián al descubrir que era un entrada para ir al zoo se puso muy alegre.

El sábado por la tarde Adrián y su amigo fueron al zoo. Pasaron por la zona donde se encontraban los leones peludos, también vieron a las iguanas, las panteras, los monos, los tigres y muchos más animales. Ellos pasaron un día fantástico y para ellos el tiempo paso demasiado veloz. Querían pasar más tiempo disfrutando de los animales.

Cuando Adrián llegó a su casa fue a contarle todo a sus padres que se encontraban en el jardín pero justo cuando iba a comenzar a decirle todo, un pájaro cayó al césped. El niño se acercó para ver que le ocurría y se dio cuenta que tenía hecho daño en el ala. Adrián estuvo curándolo junto a su padre. El pájaro tenía miedo y estaba asustado, por eso Adrián fue en busca de una jaula para que el pájaro estuviese más cómodo. Adrián le puso de nombre Chachachan, ya que se apareció en su jardín como por arte de magia. Pasados unos días Chachachan se recuperó y Adrián lo dejo en libertad porque ya podía volar.
A la mañana siguiente, Adrián se despertó y fue a subir la persiana para ver qué tiempo hacia. Era muy temprano y todavía había muchas nubes en el cielo. Pero al poco tiempo, salió un sol espléndido y Adrián se puso muy contento y empezó a saltar de alegría, ya que irían a pasar el día al campo.

Cuando él llegó al campo se puso a jugar con su bicicleta pero a lo lejos vio un gato y se acercó a él. Al verlo parecía un poco delicado y Adrián fue a buscar comida para darle de comer. Como no sabía cuál era su nombre decidió ponerle Cachetón ya que era de color blanco y tenía una manchita negra en el cachete. Pasado un tiempo decidió ir al parque que había en el campo y en el camino se encontró con un grupo de mariposas muy pequeñas que revoloteaban sin parar y que transmitían mucha alegría debido a los colores de sus alas.


Dentro del parque había una señora que sorprendió mucho a Adrián. La señora era una bruja que parecía muy poderosa. Ella estaba sentada en una silla y tenía los dientes muy blancos y las orejas muy grandes. Adrián se acercó a ella muy despacio porque estaba un poco asustado. Cuando llegó junto a ella vio que era una señora normal pero que estaba disfrazada para jugar con los niños. Cuando Adrián llegó al lugar donde estaba la bruja, ésta le dijo que era un niño muy guapo y que si quería jugar y hacer un baile con ella y con los demás niños. Adrián aceptó y pasó un gran día con la bruja y sus amigos. 

Irene Sánchez Rico, 3º Educación Infantil. 

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